El sábado pasado, día 1 de mayo, tuvimos el culto de inauguración oficial de los locales de la Iglesia Cristiana Presbiteriana en Miranda de Ebro. Al acto asistió un nutrido grupo de hermanos procedentes tanto de distintos puntos de España así como una delegación de la Iglesia Presbiteriana Libre (IPL) del Ulster.
Durante el culto, se transmitieron saludos a la congregación de Miranda. En concreto, fueron el Rev. David Park, Ministro de Iglesia Ballymoney, Secretario del Comité de Misiones de la IPL del Ulster; Rev. David McIlveen, Ministro de Iglesia Sandownroad Belfast, Presidente del Comité de Misiones de la IPL del Ulster; George McConnell, Coordinador de Misiones de la IPL del Ulster; el Rev. Lyle Boyd, Ministro de la Iglesia Cristiana Evangélica de la Sierra de Segura (Jaén); José Carlos Rodríguez, Anciano de la Iglesia Evangélica Betania de Terrassa (FIEIDE); y el Rev. John Hanna, ministro de la Iglesia Cristiana Presbiteriana en Alcorcón. Entre los presentes en el culto también estuvo Koreen McAfee, Misionera de la IPL en Kenya, Africa.
El mensaje estuvo a cargo del Rev. David McIlveen, sobre el texto de 1 Pedro 2:7 “Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso”, hablándonos de la necesidad de despertar de nuevo nuestros afectos por Cristo, así como de andar como Él.
Tras el culto, todo el grupo tuvimos una comida en común en el Albergue juvenil de Miranda. En total, estuvimos 58 personas presentes, tanto en el culto como en la comida.
En verdad, para nosotros fue un tiempo de una gran bendición. La obra en Miranda de Ebro se consolida así poco a poco, paso a paso, desde que comenzara hace ocho años con estudios bíblicos en nuestro hogar. Nuestra visión fue siempre la de implantar la iglesia principalmente por medio de la predicación pública de la Palabra y el Señor nos lo ha concedido. Primero en un pequeño local en alquiler y ahora en este mucho mayor -y mucho más bello- que no sólo permite hacer los cultos sino también cuenta con una sala de reuniones e incluso despacho pastoral.
Seguir predicando siempre. Ése es, pues, el programa que seguimos teniendo por delante hasta que veamos la iglesia plenamente implantada en la ciudad