En esta conferencia, queremos hacer acallar, de una vez y para siempre, el estigma que los bautistas lanzan a los reformados, de que el bautismo de niños no es bíblico. Se demuestra, por el contrario, que el bautismo de niños lo es. Por lo cual, tan sólo queda una alternativa al creyente sincero: la obediencia a lo que Dios ha establecido en Su Palabra.
Sinceramente, no albergamos demasiadas expectativas de que esta conferencia vaya a hacer cambiar a muchos hermanos bautistas, en el sentido de que acepten y ellos mismos practiquen el bautismo de niños. Al menos en el corto plazo. Seguramente, en lo inmediato la reacción que va a tener esta conferencia será el ser ignorada y que se cree el vacío del silencio alrededor de ella. La podrán, por supuesto, ignorar, pero nunca la podrán refutar.
El bautismo infantil permanece, pues, en pie como la verdad de la Palabra de Dios.