Normalmente se distingue claramente entre las distintas bendiciones de la salvación. Este procedimiento, por supuesto, es correcto, por cuanto en la Escritura nos encontramos diferenciados justificiación, santificación, adopción, etc. Ahora bien, la distinción no debe llevar a la separación o división. Como decía Calvino, para la salvación se recibe un Cristo entero. Hay que distinguir, sí, pero sin dividir.
Escuche el estudio bíblico en mp3. [Catecismo Menor de Westminster, p. 32]